Llegan las vacaciones y con ellas los aperitivos en la terraza, las paellas en los chiringuitos y las siestas infinitas. Comemos más ensalada, alimentos fríos, y nos apetece más comer cosas dulces. Pero todos estos hábitos nos pueden pasar factura a la vuelta de un merecido descanso.
Desde la Escola Macrobiótica de Catalunya os damos unos consejos para refrescar os sin perder el equilibrio en la alimentación durante el verano:
Adapta tus ensaladas. Si sólo usas verduras que enfrían como la lechuga, el tomate o el pepino corres el riesgo desmineralizarte, ya que estas verduras ayudan a eliminar líquidos. Incorpora a tus ensaladas otros ingredientes como la zanahoria, la col, la rúcula o la hoja de roble.
Incorpora algas a tu dieta. En esta época del año son muy importantes, ya que ayudan a re mineralizar. Puedes tomarlas en sopas o añadirlas a las ensaladas.
No abuses de los alimentos fríos. Las cosas frías producen un efecto refrescante sólo por un breve espacio de tiempo. Si abusas, especialmente de los líquidos, puedes debilitarte y esto se puede traducir en diarreas, dolores de garganta y resfriados veraniegos.
Come frutas de temporada. Melocotones, melón, sandía, ciruelas, albaricoques, cerezas… Conviene moderar el uso de frutas, incluso cocinarlas o macerarlas un poco de sal si no las digieres bien o si te producen demasiado frío interior.
Enfríate con el sabor. ¿Sabías que los sabores ácido y amargo enfrían el cuerpo? Cuando haga mucho calor prepara aliños o salsas donde dichos sabores estén presentes.
Utiliza estilos de cocción más ligeros. Con escaldados, macerados, hervidos, fermentos cortos o plancha la cocina es más sencilla y podemos disfrutar más del tiempo libre de las vacaciones.
Reduce el consumo de grasas. Si consumes grasas tendrás más calor. Así de sencillo. Toma una pequeña cantidad de semillas tostadas o algún alimento graso de estación como aguacate o coco.
Pero el consejo más importante es este:
¡Disfruta el verano!