Tiempo de preparación :

40 min

Dificultad :

Fácil

Descripción

Las dos recetas siguen el mismo procedimiento. Una es mejor para la pasta rellena y la otra para los tallarines y espaguetis. Varían las porciones entre sémola de trigo y harina.
La cantidad de sémola determina una pasta mas o menos consistente al paladar y mas o menos rugosa al tacto.
Para rellenar es mejor una pasta fina y delicada para que resalte el relleno.
Para una pasta como los tallarines es mejor una textura más gruesa y rugosa.
Ingredientes

 Para pasta rellena:

  • 150 gr de sémola de trigo
    150 gr de harina
    3 huevos y un poco de sal

Para pasta sin relleno:

  • 250 gr de sémola de trigo
  • 50 gr de harina
  • 3 huevos y un poco de sal
Preparación
  1. Hacer la fontana, «la fuente» es decir, poner las dos harinas sobre la superficie de trabajo formando una montaña.
  2. Hacer un agujero en medio, como si fuera un volcán.
  3. Romper los huevos y ponerlos en medio del «volcán» y añadir sal.
  4. Con un tenedor, batir ligeramente los huevos y empezar a mezclar con la harina. Continuar hasta que se forme una bola de masa. Puede parecer que la masa esté excesivamente dura y que haga falta añadir un poco de líquido. No lo hagáis. Cuándo tengáis la bola, envolverla con plástico y dejarla reposar una media hora.
  5. Así la pasta se «relaja» y será más fácil de trabajar. Se puede notar cogiéndola entre las manos: la pasta que antes del reposo era dura, será ahora mucho más tierna y blanda.
  6. Para extender la pasta, usar un rodillo y estirar sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, con paciencia y fuerza. Si tuvierais una superficie de madera para trabajarla sería ideal, ya que de esta forma, la textura de la pasta resultará mucho más rugosa. Hace falta ejercer una presión constante y firme extendiendo la pasta hasta conseguir un grosor de unos 2 mm.

Información adicional

Tiempo de preparación :

40 min

Dificultad :

Fácil

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