Elegir vino cada vez es más dificil. Tan solo en España hay 90 zonas de producción de vinos de calidad con Denominación de Origen Protegida. El número total de Bodegas es ingente: 826 en Rioja, 286 en Ribera del Duero, 181 en Rías Baixas, 178 en el Penedés, 101 en Priorat, 66 en Jerez, 419 adscritas a la DO Cava… y así hasta alcanzar la cifra de 4.120 bodegas. Más de 20.000 etiquetas. Probarlas todas, a razón de una por día, nos llevaría más de 50 años. No es de extrañar que en el sector del vino lo realmente difícil no sea hacer buenos caldos sino venderlos. Por eso la palabra de moda es enomarketing. Posicionar la marca en el mercado es crucial y persiguiendo ese objetivo las bodegas ponen en marcha todo tipo de estrategias. A veces uno tiene la sensación de que todos quieren hablar a voz en grito, sorprender con nombres ocurrentes y etiquetas llamativas, atraer a nuevos consumidores con productos innovadores… y no se yo si tanto ruido aturde más que seduce.
El pasado lunes tuvo lugar en Barcelona el primer showroom para público profesional de los vinos de la D.O. Pla de Bages bajo el lema És l’hora del Pla de Bages. Pla de Bages és una zona productora reducida en cuanto a número de bodegas, tan solo 14, y todas ellas estuvieron presentes dando a conocer su oferta vitivinícola. Visto en conjunto, Pla de Bages refleja a pequeña escala la encrucijada de tendencias que domina el actual panorama vitivinícola global. Es una zona donde las variedades internacionales, sobre todo merlot y cabernet sauvignon, se han aclimatado particularmente bien y que con crianzas en barrica bien trabajadas dan lugar a vinos seductores y elegantes. Paralelamente, los elaboradores han tenido el acierto de poner en valor la picapoll, variedad autóctona que produce blancos punzantes y de aromas singulares y que se ha convertido en distintivo de la D.O.
En los últimos años, ya sea debido a la crisis o a la tendencia a buscar en el vino el reflejo de la singularidad de cada territorio, las largas crianzas en madera han dado paso a vinos más joviales y frescos, vinificaciones en depósitos de inox, hormigón, incluso cerámica, y a la recuperación de otras variedades autóctonas como la sumoll o la mandó. ¿Vinos de 9 € versus vinos de 19 €, o vinos de corte internacional versus vinos de terroir? Cada elaborador tiene su punto de vista y cada bodega un pequeño tesoro del que enorgullecerse. Ahora bien, si algo en común tienen todos los elaboradores de la zona, y también sus vinos, es la discreción, su deseo de hablar en tono amable, sin alzar la voz, de forma honesta y amigable. Los vinos de Pla de Bages, no es ninguna novedad, tienen un nivel excelente y unos precios razonables. Esto no es sinónimo de falta de ambición sino más bien una muestra del convencimiento de que se están haciendo bien las cosas y no necesitan armar ruido para ofrecernos sus vinos.