Orígenes y primeros sabores. ¿Cuáles son vuestros primeros recuerdos?
Nico: Los primeros sabores que recuerdo son los de la casa de mi abuela Gabrielle. Me acuerdo de los aromas deliciosos de las mermeladas que hacía; sobre todo de una, que estaba hecha de unas ciruelas peculiares llamadas “Mirabelle” que vienen de la Lorena, en Francia. También conservo un recuerdo muy nítido de la textura y el sabor de la cabeza de ternera con vinagreta.
Xavi: Los primeros sabores que puedo evocar son los de tostadas con mantequilla mojadas en café con leche. También la bechamel de mi madre, ¡yo me encargaba de lamer la sartén!
¿Qué fue lo que comisteis, leísteis u olisteis que os hizo dar cuenta de que os dedicaríais a la comida?
N: Tendría unos 6 o 7 años y mi abuela estaba hablando de la comida en los 40, durante la Segunda Guerra Mundial. Me dijo: “pase lo que pase en el mundo, a la gente siempre le hace falta comida y diversión”, así que decidí que en eso me iba a concentrar.
X: Nunca planeé dedicarme a la comida. Estudié y toqué el cello hasta los 21 años. Entonces sufrí una tendinitis doble y no pude tocar más. No tenía ni idea de qué quería hacer, pero lo hablé con mis padres y me ayudaron a descubrir con qué me gustaría ganarme la vida. Siempre había ayudado a cocinar en casa y había disfrutado de la buena comida y la variedad de sabores, así que decidí meterme en el mundo del càtering.
¿Qué detestáis?
Trabajar en una cocina desorganizada.
¿Qué ingrediente tenéis que evitar?
N: Proteína y grasa animal, ¡más que nada porque me he hecho vegano!
X: Uso de todo, menos sal para mí, porque tengo que ir con cuidado con la dieta.
¿Cuál es el lugar más extraño, cuál el mejor y cuál el peor en el que habéis comido nunca?
N: El más extraño: un restaurante subterráneo instalado en una cloaca.
El peor: un restaurante de sushi en un tren.
El mejor: un restaurante pequeñito de la isla de La Reunión donde nos prepararon una ensalada de hojas de palma frescas servida con hojas de palma asadas y langosta.
X: El más extraño: un restaurante improvisado después de una fiesta cerca de Tarragona. En el menú había té caliente y perritos calientes.
El peor: un restaurante de sushi en un tren.
El mejor: un estofado de marisco en un barco de madera de los cincuenta en una cala de Formentera.
Hablemos de sexo. Suponiendo que lo hagáis, ¿coméis después? Y si es así, ¿qué?
N: ¡Eso depende del momento y el lugar (risas)! Sexo por la mañana y después ¡un buen desayuno! Sexo por la noche y después ¡una expedición a la nevera!
X: ¡Estoy de acuerdo! Aunque, a veces, ¡pasa entre comidas!
¿Quién trabaja más duro?
N: Creo que trabajamos igual de duro el uno como el otro. Tenemos tareas diferentes pero las hacemos con la misma energía.
X: Trabajamos muy duro, sobre todo ahora. Empezamos a trabajar juntos hace justo un año, cuando montamos esta empresa. Aunque nos especializamos en cosas diferentes, nos ayudamos mutuamente.
¿Quién es el jefe?
N: Depende de la situación. Somos socios y además pareja, así que tuvimos que definir nuestras cualidades en lo uno y en lo otro. Compartimos responsabilidades y siempre nos consultamos el uno al otro.
X: Los dos.
¿Y no os sacáis de quicio el uno al otro?
N: A veces, pero no dura demasiado. ¡Una hora como mucho!
X: Siempre hablamos los problemas, aclaramos las cosas y seguimos.
N: Sabemos que puede pasar, ¡lo aceptamos y vamos allá!
X: Sé que tengo un caràcter peculiar; a veces me pongo gruñón, pero me calmo enseguida, las más veces en sólo un par de minutos. Si te conoces a tí mismo, ¡te puedes calmar cuando el Dragón te llama!
¿Qué os gusta del otro?
N: Me gusta su locura, su creatividad, su brillantez. Es la persona más amable y alegre que he conocido en mi vida. Siempre sonríe, siempre se mira la vida positivamente. He aprendido un montón de él cómo gestionar el estrés ¡y aún estoy trabajando en ello! Soy el típico estresado del Norte de Europa y él es el sureuropeo alegre y jovial. Jajaja.
X: Le quiero porque nos complementamos en muchas cosas pero también tenemos los mismos puntos de vista sobre la vida, el trabajo, el mundo… de modo que crecemos juntos en lo personal y en lo profesional porque aprendemos el uno del otro cada día. Nico me despierta la mente, el alma, el cuerpo.
¿Cuál fue el peor trabajo que tuvistes en el mundo de la restauración?
N: ¡Quedarme sin comida!
X: Lo peor fue trabajar en un restaurante caro de un club de tennis. Daba la impresión de que el chef detestaba cocinar, y el resto del personal (propietario, administradores, camareros…) parecía que estuviese en un funeral. ¡Ni hace falta decir que sólo duré 2 semanas!
¿Y el mejor?
N: Mi mejor trabajo es aquí en The Hidden Factory.
X: He tenido mucha suerte en el trabajo y hay unos cuantos lugares en los que estoy muy orgulloso de haber trabajado, y los llevo en el corazón; pero ser tu propio jefe es diferente. Es difícil a veces, pero es el trabajo de mis sueños.
¿Dónde coméis cuando salís?
N: Normalmente comemos en casa. S no, probamos restaurantes nuevos o vamos a los viejos favoritos.
X: Estamos muy ocupados hoy por hoy, de modo que sólo tenemos los domingos libres y es entonces que salimos a comer o a cenar. Con todo, el mejor lugar es en casa con amigos o en casa de amigos.
¿Qué es lo que se os da mejor?
N: Me gusta resolver problemas y ayudar a la gente.
X: Explicar cosas! Tengo una respuesta para todo, y si no la tengo, ¡me la invento! Jajaja.
¿De dónde sacáis las ideas?
N: De la vida. De vivir día tras día, de conocer gente, leer libros, ir a museos, escuchar música, ver películas…
X: Libros, películas, música, imágenes, calles, campos… nos encanta comer, ¡así que pensamos un montón cuando lo hacemos! Jajaja.
¿Y no os cansáis nunca de pensar, respirar y comer comida?
N: No. Me apasiona de verdad mi trabajo, es un placer. Me cansa la ausencia de gastronomía.
X: A mí me cansan los remilgados súper guays de ahora y la era de las redes sociales. Venga hombre, ¡que sólo es comida! No es el sentido de la vida.
¿Combináis los muebles con la comida, como Charles Eames con las hamburguesas, o como una silla francesa adornada combinada con unaandouillette con crema de leche?
N: De hecho estamos trabajando en un menú inspirado en Gaudí, su arquitectura y su tiempo. Reproducimos parte de una obra suya en una bandeja. No son muebles, pero es la misma idea.
X: Bueno, la mayor parte de los muebles de The Hidden Factory ¡los hicimos a mano! Cambiamos de decoración según las estaciones y siempre estamos buscando y reparando muebles antiguos.
Contadnos vuestra historia.
N: Ven a cenar con nosotros y te contaré más.
X: Sí, si quieres más, ven a vernos.
¿Qué le espera a The Hidden Factory?
N: Hidden Factory es un proyecto vivo para compartir gastronomía. Aún nos quedan muchas ideas por explorar y explotar. Podríamos meter Hidden Factory en un camión, en un barco, encima de una torre de Shangai… Hidden Factory está escondida en cualquier de nosotros, ¡siempre que nos toque la fibra golosa!
X: El futuro es ahora. Cada mes es más emocionante que el anterior; cada vez conocemos a más gente interesante, cocineros, artistas, una red muy especial de gente que está hambrienta de vida, comida, arte, música…
¿A quién respetáis en el mundo de la comida? ¿Preferís lo local o lo internacional?
N: Respeto a cualquiera que sepa cocinar con el corazón y con pasión, en cualquier cultura. He comido mejor comprando a los vendedores ambulantes de Bangkok que en un restaurante tailandés caro de Suiza.
X: Hay millones de cocineros y chefs que han escrito libros interesantes, pero hay miles de millones de cocineros anónimos y amantes de la comida llenos de conocimientos y sabiduría. Siempre puedes aprender de cualquiera, ¡y es genial!