Ottolenghi
Hace ya un año que tengo “El libro de cocina de Ottolenghi” de Yotam Ottolenghi y Sami Tamami en mi estantería. No he intentado hacer ni una sola receta, pues lo he reservado únicamente para mirarme con lascivia las imágenes desvergonzadas de todo tipo de flora, legumbres, tubérculos y similares. Pues sí, porno alimenticio. Ya tocaba visitar la fuente de mi lujuria… el buque insignia de Ottolenghi y Tamami, el restaurante NOPI.
Reservar por internet parece ser lo que se lleva últimamente, así que me cogí una mesa de dos para las 12:45. Tengo una cierta tendencia a atiborrarme el día de cosas por hacer, y probé de pasar volando por Marble Arch para buscar patinetes para mi crío de nueve años. La carrera del patinete fue un éxito, pero me di cuenta de que no había manera de llegar a la hora.
Abandonando la tecnología digital moderna en pro del teléfono, tradicional pero subordinado, llamé para ver si había otro agujero libre y, para mi sorpresa, había sitio a las dos. Lo pillé.
En camino de nuevo, cogimos un autobús en Oxford Street y nos apeamos de un brinco justo a la puerta de la tienda de juguetes Hamley’s, en Regent Street. Después de caminar cinco minutos con premura, nos encontramos delante de la reverenciada fachada del NOPI.
¿Diremos que el lugar era blanco? Sí, el lugar era blanco. Paredes blancas, manteles blancos, suelo blanco. Habían acentos sutiles de madera clara y unas singulares lámparas colgantes de color cobrizo que según como recordaban el extremo oriente del Mediterráneo. Nos unimos a otros comensales muy satisfechos en una de las largas mesas comunes. Empezamos a pastar con un surtido de entrantes. La berenjena al horno con queso de cabra, las endibias de vainilla y las nueces picantes estaban acompañadas de buñuelos de calabacín y manouri con yogur de cardamomo y pollito cocido dos veces con sal al limón y mirto y salsa de chili. Y de postre tarta de queso de Valdeón con remolacha en conserva, avellana y miel de tomillo… en una palabra… ¡Wau!
Ottolenghi ha sabido tirar de una fusión de sabores del Levante, Oriente Medio y Asia. En NOPI las combinaciones de colores, texturas y sabores de los ingredientes frescos de temporada son verdaderamente espectaculares. Si tienes intención de regocijarte con la comida en todas sus formas y medidas, no te pierdas este hito culinario.