TICKETS BAR

“Sentimos una gran predilección por las tapas, que tratamos con sumo cuidado y cariño. Yo, personalmente, las adoro, y me parece que son el reflejo de la generosidad y de la calidad de una comida. Tienen consistencia por sí mismas, y en su sencillez reside precisamente su máximo sentido, su esencia”.
Así se expresaba Ferran Adrià en el libro El Bulli, el sabor del mediterráneo, allá por 1993. De forma premonitoria, casi 20 años después, los hermanos Adrià (Ferran y Albert) han desembarcado en la ciudad de Barcelona con una original y divertida propuesta inspirada en el mundo de las tapas.
Y es que más allá de El Bulli, hay vida. Los Adrià exportan ahora la filosofía que les ha hecho famosos en el mundo entero con la creación de un revolucionario gastrobar donde prevalece la calidad de las materias primas junto a la creatividad y perfeccionismo de la saga de Cala Montjoi y la experiencia de los hermanos Iglesias (Juan Carlos, Borja y Pedro, propietarios del restaurante Rías de Galicia).

Un original espacio
La puesta en escena de Tickets no deja indiferente. El local, diseñado de forma conjunta por el arquitecto Oliver Franz Schmidt (responsable también del Bar Inopia), la escenógrafa Natalia Canas y el grafista Dani Rubio, propone un multiespacio colorista, excesivo e informal organizado en seis zonas. Con su correspondiente barra temática, cada una de ellas corresponde a un concepto gastronómico distinto: la Presumida, con productos del mar; la Estrella, donde se sirven las bebidas; el Camarote de los Marx; el Garaje, para platos a la parrilla en piedra volcánica; Nostromo 180286, para montaditos; y la Dulce, para la especialidad de Albert Adrià, los postres.
A través de los ventanales que dan a la Avenida del Paralelo y la calle Tamarit, se ofrece a los transeúntes una original historia del local y de las tapas a través de distintos elementos como las primeras llaves del local, las memorias impresas de las reuniones previas o el devenir de la tapa escrito sobre servilletas de papel.

Éxito de público
Abierto en marzo de 2011, Tickets ha seducido al gran público en un tiempo récord. El local tiene capacidad para unos 80 comensales pero el éxito es tal que ya tienen una lista de espera de tres meses. Como el teléfono no paraba de sonar, ahora sólo atienden vía online.

Tapas bullinianas
Para los afortunados que consigan mesa, la experiencia vale realmente la pena. El desfile de propuestas bullinianas es fastuoso. Hay olivas esferificadas, pescaíto frito con polvo de algas gallegas, navajas con jengibre, ventresca de atún pintada con grasa de jamón, huevos de codorniz con migas de almogrote, steak tartar de tomate, minicigalitas de la Costa Brava, alcachofas con suero de idiazábal ahumado, navajas con aceite de jengibre, granizado de naranja con vermut blanco, merengue seco de regaliz con trufa e chocolate blanco y fruta de la pasión… y todo regado con una excelente muestra de las mejores familias bodeguera del país y exquisitas cervezas bien tiradas.

Una de cócteles… y snacks
Esta feria gastronómica permanente a precios razonables (entre 50 y 80 € por comensal) se complementa con la coctelería/snackería 41º. Comparte local con el restaurante (de hecho se inauguró primero) y ofrece la posibilidad de maridar los mejores cócteles clásicos y vanguardistas con los famosos snacks de la factoría bulliniana. Gusanitos de arroz salvaje al curry, algas crujientes de quinoa, minimozarellas con albahaca o profiteroles de grosella negra, yogur y atsina son algunas de las deliciosas y sorprendentes propuestas en un local con capacidad para cerca de 40 personas y que también funciona exclusivamente bajo reserva online.