1. Hidratación a tope
Comienza cada día con un vaso de agua tibia en ayunas, puedes añadir un poco de limón si te sienta bien, esta rutina estimula la limpieza y calienta el cuerpo. Cuando hace frío, hay tendencia a beber menos y es justamente lo que no debemos hacer para evitar deshidratarnos ya que el viento seco y el uso de la calefacción pueden promover.
Beber al menos 5 vasos de agua diarios que se pueden alternar con infusiones o zumos ( estos más bien en ayunas o entre horas, o antes de las comidas cuando el estómago esté vacío) evita síntomas molestos. Mucha gente confunde sed con sensación de hambre, por lo tanto, si estás correctamente hidratado evitarás picotear en exceso.
2. Un bol de sopa siempre a mano
Prepara una buena cacerola de caldo que hará las veces de reconstituyente, hidratante y brebaje saciante antes de una cena o comida. Puedes conservarlo en la nevera un par de días ya colado, o congelar unas raciones. Hacer previsión de algunos alimentos, será de gran alivio estos días. Merendar un tazón de caldo evitará las ganas de probarlo todo y mucho durante la cena .
Y si te has pasado, recupérate el día siguiente a base del caldo mineral que has preparado.
3. Atención al menú
Si apetece, porque no probar platos que no comerías durante el año? simplemente no exageres… son vacaciones y fiestas; di que sí, aunque no a todo.
La idea es encontrar el equilibrio, buscar la variedad y asegurarse de que en el plato haya siempre algo de ensalada para compensar alimentos grasos .Evitar el exceso dulces también es algo que agradeceremos luego, así como tomar infusiones digestivas al final de las comidas para sentirte más a gusto. Come despacio, relájate y disfruta de estas ocasiones diferentes y tentadoras.
4. El día después…
El mejor desayuno post resaca comienza con buenas dosis de frutas ( piña, papaya, pera,arándanos) o batidos con plátano rico en potasio que ayuda a reponer los electrolitos qe se pierden por los efectos diuréticos del alcohol. Según el estado general se pueden tomar unas tostadas con aguacate y espinacas o fermentados para reponer ácidos grasos y probióticos. Una pizca de picante estimulará la circulación o añadir un superfoods como el açaí, espirulina o baobap despertará el cuerpo. Un buen desayuno reafirma y nutre una intención saludable cada día.
Si ha sido una noche de excesos practica el mini ayuno con sopas o cremas de verduras, ensaladas o verduras al horno, y si el fuego digestivo es óptimo, hazlo con zumos o batidos reemplazando alguna comida.
5. Ejercicio suave
Algunas caminatas, un paseo en bicicleta o unos asanas de yoga consiguen que recuperemos agilidad y se ponga en marcha el metabolismo para no sentirnos pesados y fuera de tono después de tantas celebraciones. Evita pasar largas horas en el sofá después de las comilonas, dar un paseo al aire libre antes del relax es un buen plan.
6. Consumo consciente
Se trata de estar más atentos no solo a lo que comemos sino también a lo que consumimos sin pensar, ya que estos mínimos gestos son una manera de apoyar y a la vez comprometerte con un consumo más consciente que favorezca a quienes lo producen y no dañe al planeta. Las fiestas navideñas son únicas, hagámoslas más sostenibles y solidarias