Los higos son el fruto de la higuera (Ficus Carica), un árbol originario del Mediterráneo y de Oriente Medio. El fruto es pequeño, redondeado con un cuello elegante, como una pera alargada. Pueden ser de diferente color, dependiendo de la variedad y de su grado de maduración: morados, negros, verdes o dorados… Su fragante aroma, su textura y su dulzura los convirtieron en un lujo en tiempo de los romanos, sólo aptos para los más poderosos y ricos, y siguen siendo un aliciente para esperar la llegada del verano.
Temporada del higo
Como fruto típicamente mediterráneo y de países cálidos, el higo se encuentra en su mejor momento en los meses de más calor, entre mediados de agosto hasta finales de verano. Es en este momento en el que encontramos los higos más maduros, aromáticos y tiernos. Aunque tan sólo podamos encontrar higos frescos durante este corto periodo de tiempo, podemos adquirirlos secos o en conserva durante todo el año, siendo también una gran fuente de energía y nutrientes y una gran opción para todo tipo de recetas.
Cómo comprar higos
Los higos son una de las frutas más perecederas disponibles por su alto contenido en azúcares y su delicada textura. Deberían consumirse durante los dos días siguientes a su recolección, por lo que cuando los compremos procuraremos consumirlos cuanto antes. A la hora e seleccionarlos, buscar un color intenso, sea cual sea la variedad. Buscar los más gordos, incluso aquellos que parecen levemente rajados y supuran liquido por el tallo. Evitaremos los que presenten signos magulladuras y signos de sobre maduración (manchas parduzcas). Buscar un color profundo y asegurarse que están gordos y tiernos, que no blandos o magullados. Deberán tener un aroma suavemente dulce y evitaremos olores ácidos o de fermentación, comunes en higos muy maduros.
Cómo comer higos
Antes de comerlos, lavar con agua fría y quitar el tallo. Secar suavemente. Podemos comer su carne y también su piel. Podemos elaborar postres refrescantes, simplemente cortándolos y aliñándolos con azúcar, zumos… O elaborar deliciosas confituras y gelatinas para aplicar a todo tipo de postres, como pasteles y tartas. Podemos también cocinarlos para acompañar carnes grasas como el pato o e cerdo. Los higos secos pueden comerse tal cual los adquirimos o cocerse a fuego lento en agua, vino o zumos para hacerlos redondos y jugosos. También los podemos añadir a masas para pasteles troceados, como si se tratasen de uvas pasas.
Otros
Los higos tienen un destacado contenido en azúcar ( sobretodo los secos), pero tampoco tanto como su fama indica, ya que tienen casi la misma proporción que las fresas. Representan una gran fuente de energía, así como de fibra, muy adecuada para nuestro sistema digestivo. Son ricos también en minerales como el potasio –que ayuda a controlar la presión sanguínea– el calcio –que contribuye positivamente en la constitución de nuestros huesos–, el hierro y el fósforo. También son ricos en vitamina B, provitamina A y vitamina C. Para aprovechar al máximo todas estas propiedades hay que procurar hacerse siempre con frutos bien maduros. Son un excelente reconstituyente si haces deporte o esfuerzo físico. En cualquier momento del día pueden darte un reconfortante subidón de energía y ánimo.