Es una de las variedades de anís más conocidas. Del anís verde (Pimpinella anisum) se utilizan sus semillas como condimento en panadería y repostería, como ingrediente de algunos currys, y también para elaborar licores anisados como Ricard, Benedictine, o en las mezclas de hierbas para los vermuts.
La planta florece al cabo de tres meses de sembrarla, sus tallos recuerdan un poco a los del apio y son más suaves de sabor que las semillas; todas las las partes vegetales de la planta joven son comestibles.
Contiene un aceite esencial, el atenol, que le da sus virtudes digestivas, en especial en caso de flatulencias. Al igual que el hinojo y la menta, el anís verde tomado en infusión, como una tisana, es muy eficaz en caso de hinchazón del vientre, náuseas o mal aliento (puede emplearse la tisana en enjuagues). Y también en caso de trastornos digestivos en los bebés lactantes.
El anís verde combina bien con otras plantas aromáticas, como el comino, hinojo, cilantro, artemisa, manzanilla, hierba luisa, tomillo y menta, entre otras. En la cocina podemos encontrarlo en un sinfín de platos y de recetas, especialmente de repostería: rosquillas, galletitas o, en verano, en las cocas festivas de las verbenas mediterráneas.
Tisana de anís en infusión
Ingredientes:Ingredientes:
- 1/2 cucharadita de semillas de anís
- 1/2 cucharadita de semillas de hinojo
- 1/2 cucharadita de hojas de menta
- 1 taza de agua (1/4 de litro)
Se sumerge en el agua hirviendo las semillas de anís y de hinojo y las dejamos a fuego lento durante unos segundos. A continuación añadiremos las hojas de menta, apagando el fuego y tapamos el recipiente, dejándolo en reposo durante unos diez minutos. Colar y endulzar al gusto.