Este popular cefalópodo (Loligo vulgaris) se caracteriza por el tono blanco rosado de su cuerpo, grandes ventosas centrales en sus tentáculos y un tamaño máximo de 50 cm y 2 kg de peso. Abunda en las aguas del Atlántico y el Mediterráneo.
Variedades
Además del calamar común, podemos encontrar las siguientes variedades:
– Calamar patagónico (Loligo patagonica). Su hábitat se encuentra en aguas de la Patagonia, sur de Argentina, Chila e Islas Malvinas. Es de menor tamaño y calidad gastronómica que el calamar común y en el mercado abunda en su formato congelado.
– Calamar de Boston o americano (Loligo pealei). Habitual en aguas del norte de América y muy apreciado en Europa por su gran calidad y sabor. Su color es grisáceo.
– Calamar de la India (Loligo duvauceli). Normalmente se comercializa congelado.
– Calamar enano o puntilla (Allotheuthis). Habita en aguas del Atlántico con un cuerpo similar al del calamar común pero más pequeño, con una longitud máxima de 15 cm. De color gris pálido con manchas púrpuras o pardas.
La pota (Todarodes sagittatus) es una especie muy parecida al calamar pero de menor calidad. Normalmente se comercializa como «anillas de calamar».
Propiedades
La carne del calamar es rica en proteínas de alto valor biológico y minerales como calcio, fósforo y sodio. Contiene bastante colesterol por lo que no es recomendable en la dieta de personas cuyo nivel de colesterol sea elevado. Aporta pequeñas cantidades de vitamina A y B.
Conservación
Se recomienda guardar el calamar envuelto en un paño de cocina húmedo en el frigorífico durante una máximo de dos días. Admite el proceso de congelación durante unos tres meses sin que pierda ninguna de sus propiedades y sabor.
En la cocina
Se puede preparar de múltiples formas, en cuerpo entero y relleno, cortado en pedazos planos o en forma de anillos… Frito, rebozado, a la plancha, encebollado, en su tinta, salteado, en arroces, sopas o ensaladas. También puede saborearse en crudo, bocado típico de la gastronomía japonesa (sushi y sashimi).
¿Lo sabías?
El origen de su nombre proviene de la bolsa de tinta que posee en el interior de su cuerpo, parecida al antiguo tintero o «calamario».