La flor seca y sin abrir del clavo de olor (Eugenia caryophyllata, Syzygium aromaticum o Caryophyllus aromaticus) es una especia que procede de un árbol tropical de las islas Molucas (Indonesia) y que se cultiva desde hace siglos en Zanzíbar, Madagascar, Tanzania, Sri Lanka, Malasia, la isla de Granada y Brasil. Su nombre se debe a que el capullo seco recuerda precisamente la forma de un clavo. Como especia contiene los aromas, sabores e ingredientes míticos de los viajes y aventuras a remotos lugares, si bien hoy en día se cultiva incluso en un sinfín de laderas y valles del litoral mediterráneo.
Indonesia es el mayor productor del mundo de clavo de olor; allí incluso se fuma. En cambio, en las culturas china y japonesa el clavo de olor es uno de los ingredientes para la elaboración de incienso.
El clavo de olor contiene “eugenol”, que es el principal componente de su aceite esencial (entre el 70% y el 90%) y el responsable de su peculiar aroma. El eugenol posee notables propiedades antisépticas. El clavo de olor también es digestivo, analgésico, antihelmíntico… Se trata de una especia muy adecuada no sólo para dar sabor, sino que combate flatulencias y estimula el aparato digestivo y el organismo en general.
Poderoso antioxidante
En los últimos años el clavo de olor se ha puesto de moda porque se ha descubierto que posee una poderosa acción antioxidante muy beneficiosa para la salud, que lo convierte en una especia que ayuda biológicamente a retrasar el envejecimiento celular, gracias a que algunas reacciones químicas del eugenol en el organismo están relacionadas con la captura y eliminación de radicales libres, tan relacionados con el deterioro celular.
En la cocina
El clavo posee un aroma fuerte, caliente y rico; al probarlo es picante, ácido, fuerte y un punto amargo; deja una última sensación de frío en la boca. Se trata de una especia muy aromática, que se debe usar con cuidado y no en demasiada cantidad. Al cocinarlo su efecto se suaviza.
Al preparar un guiso, añade durante la cocción una cebolla pinchada con 1 o 2 clavos, le dará un sabor diferente.
Tradicionalmente el clavo de olor se ha utilizado para hacer pomos de especias o incrustarlo en naranjas; actúa a la vez como un aromatizador y como conservantes.
Acompaña muy bien los platos dulces y los salados, es ideal en la elaboración de postres como los plátanos asados, tartas de manzana y pudines e igualmente combina bien en galletas y pan especiado, así como en platos fuertes de carne, pescado o de proteína vegetal.
El clavo de olor se usa ampliamente en la cocina de la India, desde los platos y salsas del Norte hasta los arroces biryani del Sur.
Se ponen en infusión 15 gr. de clavo de olor machacado en 1 litro de agua hirviendo. Se cuela y se endulza generosamente con miel.