Muy presente en la cocina nipona, el daikon o rábano japonés (Raphanus sativus) pertenece a la familia de las brasicáceas, como el nabo. Su nombre deriva de los vocablos dai (largo) y kon (raíz) cuya unión expresa claramente el aspecto de esta raíz parecida a la chirivía pero más redondeada y de textura más crujiente. De sabor picante y parecido al del rábano común, mide aproximadamente entre 20 y 35 cm de largo, y entre 5 y 10 cm de diámetro.
Propiedades. Bajo en calorías (unas 20 kcal por cada 100 g), es rico en vitamina C y vitaminas del grupo B y provitamina A, así como minerales como el hierro, el potasio, el magnesio, el fósforo, el calcio y el sodio. Tiene propiedades antisépticas y su consumo favorece la digestión y ayuda al sistema inmunitario. Añadir daikon rallado fresco o seco a sopas u otros platos así como a infusiones ayuda a prevenir resfríos
En el mercado. Es preferible optar por ejemplares de tamaño mediano o pequeño, carnosos, firmes y con la piel libre de golpes o manchas oscuras.
Cómo se conserva. Es mejor guardarlo en el frigorífico y en el interior de una bolsa de plástico previamente perforada. De esta forma, conserva todas sus propiedades durante una semana, aproximadamente.
En la cocina… Tiene los mismos usos culinarios que el rábano común. Así, puede consumirse fresco en todo tipo de ensaladas, o cocido en sopas, platos de arroz y guisos de carne o pescado. También puede mezclarse con batidos a base de frutas.
¿Lo sabías? En la cocina nipona acostumbra a utilizarse como aderezo del sushi, para acentuar el sabor de la sopa de miso o como acompañamiento de la tempura. El daikon picado y seco recibe el nombre de kiriboshi daikon, y el takuan (muy popular en Japón) es una mezcla de daikon adobado en sal y salvado de arroz.