La especia de la alegría
El azafrán o crocus sativus es la especia más antigua conocida, una planta de la familia de las iridáceas, su flor es lila y contiene tres estigmas de color rojo-naranja donde reside su mayor riqueza culinaria, medicinal y cosmética. Su cosecha es tan cuidadosa como su flor, tiene que ser manual y a primeras horas de la mañana y en muchas regiones es una tarea que solo la realizan mujeres. Los estigmas deben ser secados con mucha delicadeza para mantener intacto su color y sabor. Para obtener 1 gr de azafrán hace falta quitar los estigmas 150 flores,un trabajo que requiere mucha paciencia y es una de las razones por las que su precio es tan elevado. Hay quién se atreve incluso a cultivarlo en casa, una idea más que recomendable.
Maravillosas historias recorren la vida de esta especia, leyendas y curiosidades acerca de su origen y uso, todas ellas atrapan y despiertan la curiosidad y el encanto que transmite esta delicada flor. Cuentan que los persas refrescaban sábanas y almohadas con azafrán para inducir el buen sueño, y aseguraban que una infusión de azafrán alejaba la melancolía. Alejandro Magno se daba baños de azafrán para curar sus cicatrices y Cleopatra lo empleaba en cremas o mascarillas de belleza, o para la limpieza de lugares sagrados. Mujeres griegas y romanas lo utilizaban para pintarse los ojos o teñir tejidos. Los monjes budistas coloreaban sus túnicas y formaba parte de los inciensos para las ceremonias religiosas.
En la cocina el azafrán aviva cualquier plato, y aunque la tradición es utilizarlo en arroces o guisos sus posibilidades son infinitas. Su combinación con el chocolate es sublime, así como en platos a los que aporta un sabor especial y único. Es mejor hidratar las hebras previamente y siempre añadirlo al final de la cocción para que su sabor y propiedades se mantengan intactas.
Como complemento nutricional también es muy valioso; refuerza la digestión, mejora la visión y la memoria, antiinflamatorio y antioxidante. Aunque el mayor hallazgo es que se lo considera una alternativa natural, poco conocida, a los antidepresivos, ya que calma la ansiedad, levanta el ánimo y regula el sueño. El biólogo Cristopher Catton dice; «el azafrán tiene capacidad para acelerar el ánimo, y esa virtud acaba por llegar al corazón, provocando la risa y la alegría».
Para disfrutar un poco más de su historia, recomendamos un libro lleno de encanto e historias verdaderas: «Secrets of saffron» de Pat Willard.
