Algunas bebidas que se fabrican a base de zumo de fruta y que se comercializan como refrescos contienen niveles importantes de pesticidas. Así lo acaba de determinar un estudio conjunto de la Universidad de Jaén y la Universidad de Almería, que ha sido publicado por la revista norteamericana Analytical Chemistry. En tal estudio se analizaron 102 muestras de conocidas bebidas que se distribuyen por todo el mundo, provenientes de 15 países diferentes, entre ellos Francia, Alemania, Estados Unidos, Rusia, España y Gran Bretaña. La mayoría de las muestras presentaban niveles residuales de pesticidas muy superiores -hasta 300 veces más- a las permitidas por la Unión Europea, y más del 59% de las muestras presentaba cuatro o más tipos de estas sustancias. Los que más se encontraron son los que habitualmente se suele utilizar en los campos de agricultura intensiva -no ecológico-, sobre todo fungicidas para tratar los cítricos. Es decir, también que las bebidas con mayor concentración de sustancias tóxicas son en primer lugar las que están hechas a base de naranja seguidas por las de limón; en menor medida las de piña y cola y luego el resto (mezcla de frutas, manzana, etc).
Hasta el momento no se había analizado este tipo de sustancias en un producto como las bebidas a base de zumo, que no tienen una normativa específica tan detallada al respecto, por lo que los científicos de la investigación esperan aportar con este trabajo un mayor control sobre el tema.
Los efectos que esto tiene sobre la salud depende de varios factores como, por ejemplo, la frecuencia con que se tomen, la cantidad y, concretamente, el tipo y cantidad de pesticida que contenga la bebida en sí. Puesto que no existe aún un control más exhaustivo acerca del contenido de estas bebidas, lo más aconsejable es limitar al máximo su consumo, sobre todo en los niños que pueden ser consumidores de estas bebidas. Es mejor un zumo de naranjas biológicas recién exprimidas para garantizar un auténtico aporte de vitamina C. Más fresco, más sano.