El Comidista
Cómo, cuando y donde se inspira El Comidista para conectar con el imaginario de tanta gente?
De dos formas: mirando muchas webs, blogs, periódicos, revistas, programas de radio o televisión, y después, observando lo que me rodea. Ah, y también escuchando lo que me cuenta la gente a través de las redes sociales. En resumen, nada que cualquier periodista al uso pueda (y deba) hacer en 2013.
Que es lo que mejor llevas, y que lo peor, de currarte un blog tan mediático?
Lo mejor, la satisfacción de que te lea tanta gente. Que algunos que no han tocado una sartén en su vida se animen a cocinar, y que otros te digan que se han descojonado o han aprendido algo leyendo un artículo tuyo. Lo que peor, currar tanto. El éxito, en mi caso, ha sido un poco estafa: yo pensaba que iba a estar tumbado a la bartola y pringo más que nunca.
Decía el maestro Escoffier “surtout faites simples”. ¿Necesitamos simplificar la cocina?
Más que simplificar, yo diría que debemos adaptarnos a lo que sabemos y podemos hacer. Un restaurante de vanguardia con comida muy elaborada puede ser fantástico, y en España hay muchísimos ejemplos. Pero no hay nada más patético que el quiero y no puedo, los lugares que pretenden y no llegan. ¿Qué tal si dejas de complicarte la vida con barroquismos y preparas platos simples, buenos y respetuosos con la materia prima de tu entorno? Lo mismo en casa: yo pienso que se puede hacer cocina muy digna, fresca y relativamente rápida con pocos ingredientes y unas buenas recetas no rebuscadas.
Crees que tanto virtuosismo culinario nos ha alejado de llamar al pan pan y al vino vino?
A ver, estupideces ha habido siempre. Ahora, hace 20 años y hace 200. No creamos que la cursilería y lo rimbombante es propiedad de nuestra época. El virtuosismo culinario está bien para el que lo pueda practicar sin defraudar a sus clientes o comensales. Lo ridículo es quien se pone virtuoso cuando en realidad no sabe.
Se impone el low cost también en la cocina, aliéntanos con una receta de calidad para todos los bolsillos.
Todas las recetas de mi blog son muy asequibles. Nunca jamás utilizo ingredientes caros: como mucho en alguna receta especial para Navidad. Pero en El Comidista no encontrarás ni foies, ni mariscos caros, ni caviares, ni trufas. Por si eso fuera poco, hace algún tiempo he empezado una serie de recetas ultrabaratas -a euro la ración más o menos-, con platos como un arroz meloso con costilla, unas espinacas con huevo escalfado y puré rústico, o unos contramuslos de pollo con cuscús.
Te reconoces muy verdulero, ¿cuál es tu verdura preferida, esa que no puede faltar en tu vida?
Diría que las alcachofas, pero en realidad sí pueden faltar en mi vida porque dejo de comerlas cuando ya no están en temporada (o sea, dentro de muy poco). Pero me gustan casi todas, salvo las coles de Bruselas. Con unos espárragos, unas acelgas o un buen tomate soy feliz cual perdiz.
Y algún apaño saludable que hayas aprendido de pequeño y sigas usando?
Hay una cosa que me enseñó mi madre y que siempre le agradeceré: ser siempre muy moderado con las grasas en la cocina. No soy de los que cuenta los mililitros del aceite y se marea cuando ve la mantequilla, pero trato de utilizarlos en su justa medida.
Que encontraremos en tu” Cocina Pop”?
De todo, como en botica. Recetas a cascoporro, consejos prácticos, consejos nada prácticos, tonterías para reírse, comidas viejunas, una selección de lo mejor de mi consultorio gastronómico-psiquiátrico Aló Comidista… un batiburrillo cuya única pretensión es ayudar a la gente a cocinar y divertir un rato.
Recetas a cascoporro, consejos prácticos, consejos nada prácticos, tonterías para reírse, comidas viejunas, una selección de lo mejor de mi consultorio gastronómico-psiquiátrico Aló Comidista… un batiburrillo cuya única pretensión es ayudar a la gente.
Si pudieras cocinar un nuevo mundo, que ingredientes le pondrías?
Dios mío, la pregunta sobre la paz en el mundo… Pues a ver, le pondría más inteligencia, más empatía, más cultura, más honradez, más sentido del humor, más eficacia… y le quitaría ignorancia, violencia y desvergüenza.
Y por último , que hace feliz a Mikel Lopez Iturriaga…
Una cerveza fría cuando hace calor, acompañada con unas patatas fritas y unos mejillones en escabeche.