El pulpo común o de roca (Octopus vulgaris) se encuentra principalmente en las zonas costeras del Mediterráneo y el Atlántico, así como en aguas templadas y tropicales de todo el planeta. De cabeza robusta y cuerpo en forma de saco, su color varía según el fondo donde vive. Presenta 8 brazos desiguales, los externos más alargados, recorridos por 2 hileras de ventosas dispuestas en zig-zag y conectados por una membrana. Normalmente mide unos 60 cm.
Variedades
Además del pulpo común, existen otras variedades de este molusco cefalópodo:
– Pulpo blanco (Eledone cirrosa). Conocido popularmente como pulpo cabezudo se distingue por el gran tamaño de su cabeza y por la presencia de una única fila de ventosas en sus tentáculos. Es más pequeño que el pulpo común y suele comercializarse en conserva.
– Pulpo almizclado (Eledone moschata). Su hábitat principal se ubica en el Mediterráneo, De color amarillo grisáceo con manchas oscuras, es de menor tamaño que el común y se caracteriza por su fuerte olor a azufre (de ahí su nombre).
– Pulpo patudo (Octopus macropus). Se caracteriza por la gran longitud de sus brazos que pueden alcanzar hasta un metro de longitud. Habita en aguas del Mediterráneo, el Atlántico y el Pacífico. Es de color rojizo con manchas blancas que se extienden a lo largo de todo su cuerpo, incluidas las patas.
Propiedades
La excelente carne del pulpo de roca aporta gran cantidad de proteínas con un mínimo volumen en grasas. Rico en ácidos grasos insaturados esenciales como omega 3 y omega 6, así como retinol, ácido fólico y niacina.
En el mercado
Puede adquirirse fresco, cocido o congelado. En el primer caso, conviene fijarse en que su color sea lo más intenso y brillante posible.
Conservación
Una vez en casa se recomienda guardarlo envuelto en un paño húmedo en el interior del frigorífico. De esta forma puede conservarse sin problemas durante 5 días. También se puede mantener congelado, fresco o cocido, durante unos tres meses.
En la cocina
Ofrece infinidad de posibilidades culinarias pudiéndose elaborar encebollado, en salpicón, en empanada, con arroz o con la célebre receta de «pulpo a feira» donde los tentáculos se cortan en rodajas y se sazonan con sal gorda, pimentón (dulce y picante) y un generoso chorro de buen aceite. Para evitar que su carne quede excesivamente dura, es aconsejable someterlo a congelación durante una hora para conseguir que se rompa el tejido conectivo y se ablande la carne.
¿Lo sabías?
El pulpo es una especie que posee tres corazones (todos ellos necesarios para mantenerlo con vida y cumplir con las exigencias de su actividad), y un cerebro muy desarrollado que le proporciona extraordinarias cualidades, tanto de aprendizaje como de memoria.