Aunque lo parezcan no todos los huevos son iguales. La diferencia no radica en su tamaño ni en el color de la cáscara sino en qué condiciones han vivido las creadoras de esos huevos, es decir, las gallinas.
La cría ecológica de animales pone cuidada atención no sólo en el ambiente en el que estos se desarrollan sino también en la alimentación que reciben. Mientras en la crianza intensiva las aves viven en jaulas con mayor o menor acceso al aire libre, y se alimentan con pienso industrial, las de crianza «bio» son menos numerosas por gallinero -no más de 6 gallinas por metro cuadrado- y gozan de los privilegios de picotear al sol pienso ecológico o granos también de procedencia orgánica generalmente de la misma granja en la que crecen. Además cuando tienen algún problema de salud, se evita darles antibióticos u otros fármacos químicos a no ser en casos extremos.
El resultado de todos estos cuidados se refleja en el producto final: son algo más caros que el resto, tienen mejor sabor, una yema diferente (por la alimentación de las gallinas), el huevo una vez cascado se mantiene más compacto en vez de líquido y presentan variaciones en el contenido nutricional -sobre todo de vitaminas y minerales-.
Sin embargo, hay una categoría intermedia, que son los huevos camperos, donde las gallinas se alimentan con pienso tradicional, y si bien viven en jaulas tienen acceso al exterior.
¿Cómo saber entonces qué tipo de huevos estamos consumiendo?
En las cajas de embalaje podemos encontrar algo de información en el caso de huevos ecológicos y de huevos camperos pero lo que indica su procedencia es el código impreso en la cáscara. Al inicio de una serie numeral podemos encontrar 0, 1, 2 o 3, que indican lo siguiente:
0- huevos biológicos, procedentes de gallinas criadas al aire libre y con alimentación de la agricultura biológica.
1- huevos de gallinas criadas en naves con libre acceso al exterior con zona de vegetación, y alimentadas con pienso convencional.
2- huevos de gallinas «criadas en suelo». Se crían en grandes jaulas cerradas al exterior con varias plantas donde las aves pueden circular.
3- huevos de gallinas criadas en jaulas, estabuladas.
La mayoría de los huevos que vemos en supermercados, corresponden al número 3, aunque de manera creciente podemos ver que llegan a las mismas estanterías huevos con el número inicial 1 o 0.
Nota: para más información ver las normas de producción recogidas en el Reglamento 2092/91del Consejo Regulador de Agricultura Ecológica (CRAE) (http://ec.europa.eu/agriculture/organic/home_es)