De característico sombrero grisáceo, pie robusto y láminas muy tupidas, la carne de la pequeña negrilla es muy delicada, frágil y blanquecina, de olor y sabor casi inapreciables. Suele crecer en pequeños grupos en bosques de conníferas de cotas altas.
Temporada
A diferencia de la mayoría de setas, la negrilla (Tricholoma terreum) tolera bien el frío y las heladas (de ahí su nombre en catalán, fredolic, que significa friolero). Por eso, su temporada es bastante larga ya que empieza en primavera y finaliza hasta bien entrado el invierno.
Variedades
– Capuchina (Tricholoma portentosum). La carne, blanca, firme y quebradiza, despide un característico olor a harina.
– Tricholoma squarrulosum. El pie de esta seta está cubierto por escamillas oscuras que la distinguen del resto de su misma especie.
Especies parecidas tóxicas
– La Tricholoma pardinum es muy tóxica y se distingue de la negrilla por su mayor tamaño y la presencia de escamas más finas y densas en el sombrero.
En la cocina
La negrilla no destaca especialmente por su intenso sabor, pero su carne fina es un excelente ingrediente en todo tipo de guisos y arroces. Eso sí, hay que tener cuidado al manipularlo porque su carne es muy delicada y quebradiza. Una receta típica de esta seta es la sopa de negrilla, acompañada de cebolla y caldo de ave.
¿Lo sabías?
La negrilla recibe los siguientes nombres en distintas zonas geográficas:
– En catalán: fredolic
– En euskera: ziza arre
– En gallego: tortullo cincento
– En francés: petit gris
– En inglés: grey knight
– En italiano: morette