Roma, cittá eterna e deliziosa

Roma es única e irrepetible. Caminar y descubrirla paso a paso es una experiencia inacabable: La plaza Navona, con la fuente de los Cuatro Ríos de Bernini. La iglesia de Santa Inés de Borromini. El barrio del Trastevere. Velázquez. El bellísimo Campo di Fiori con su agitado mercado y la figura central del astrónomo Giordano Bruno, quemado en la  hoguera en esta misma plaza. Caravaggio. El Castillo Sant’Angelo. El Vaticano. San Pedro. Miguel Angel y la Capilla Sixtina. La plaza de Minerva con el gracioso elefante de Bernini. El alucinante Panteón, en pie milagrosamente desde hace casi 2000 años. La Bocca della Verità. El Coliseo. La Villa Borghese. El Foro imperial. Y la ciudad antigua en la costa del mar Tirreno llamada Ostia Antica.

A Roma hay que disfrutarla dejándose llenar de todos estos colores, texturas, olores y sonidos y para reponer fuerzas, lo primero, la pasta.

Roma tiene varios platos emblemáticos y reglas relativamente inmutables: La pasta siempre asciutta (seca), cocinada al dente (suavemente dura) y, en general, rematada con una pizca de pimienta negra y queso pecorino, es decir, de oveja local (nada que ver con el parmesano). La pasta puede venir acompañada con diversos condimentos. Si lleva potaje de garbanzos, el plato se llama pasta e ceci; si sólo queso y pimienta, cacio e pepe; si ajo y aceite, aglio e olio; y si tocino frito, queso y peperoncino (pimienta picante), alla grigia.

Respecto a la pizza, aquí en Roma es fina, crujiente y tiene muy pocos ingredientes. Se come sólo por la noche y no se discute con eso.

Y a la hora de sentarnos a la mesa y elegir el lugar, las posibilidades se multiplican al infinito y es cuando necesitamos encontrar los lugares auténticos, las cantinas y trattorias donde comen los mismos romanos.

También hay otra Roma gastronómica con restaurantes exquisitos y estrellas Michelin. No obstante, basta con elegir alguna de todas estas opciones y disfrutar relajados de toda la riqueza y el sabor auténtico de una ciudad eterna y deliciosa.