Donde el pan cobra vida!

A comienzos de este otoño. visitamos la factoría Tríticum en Cabrera de Mar, un lugar donde los apasionados del pan pueden dar rienda suelta a la imaginación, puedes soñar un pan… aquí se hará realidad.

Alli nos recibe Xevi Ramón, que pertenece a una 5ta generación de panaderos, de formación intensa y extensa dentro y fuera de Catalunya.

Es él quien  lleva el timón  del obrador  y lidera la empresa en cuanto a productos, concepto de tienda  y nuevos retos. Busca profundidad y calidad en todo lo que hace, le encanta su trabajo y esta ilusión se transmite  al equipo de 30 personas, que trabajan en el proyecto: “Intentamos controlar todos los pequeños parámetros para hacerlo bien y gestionar todo desde la base..”

Triticum colabora con los mejores restaurantes , panes hechos conforme a la sensibilidad de cada cliente, ejemplo de esto es el increíble  pan de vino para el Celler de Can Roca,  el  pan de Algas  para Angel León, el pan de malta y sésamo para Paco Pérez o el pan de cerveza  para la fábrica Moritz.

Panes contundentes, con mucha personalidad, basados en técnicas antiguas, donde  la materia prima es fundamental. “Cuando creamos un producto nuevo, intentamos buscar pequeñas historias, sin ellas no tenemos nada, son las que guían el carácter de un pan “, nos asegura.

Xavi nos confiesa: “Estamos intentando que prevalezcan los panes grandes en nuestras tiendas, piezas de 1 o 2 kgs, el aroma y el gusto se expresa mucho mejor en piezas grandes, es donde me siento más cómodo”-

Elaborados a mano, según la tradición familiar, sin aditivos, fermentaciones largas, masa madre, mucho amase y trabajo artesanal, sumado  a las últimas tecnologías.

Los panes reposan en cestos de mimbre cubiertos con lino, “el pan es un ser vivo asegura, no es lo mismo que me tumbe a dormir en una mesa de acero inoxidable que en una cama con abrigo, al pan le pasa lo mismo, si está fermentando en un ambiente frío y hostil no va a desarrollar todo su carácter, su buen hacer y  su olor, va a tener una vida intrascendente. En cambio, si está cómodo, tranquilo y reposando se va a expresar y saber mucho mejor”

Triticum en poco tiempo abrirá una tienda  en el mismo obrador, un show room donde estará lo mejor de su producción, un lugar de formación y aprendizaje  donde podrán escuchar de cerca  a sus clientes  y conseguir el feedback que les interesa  para seguir creciendo.

El interiorismo es obra de Karen Blanch, su mujer, responsable de los infinitos detalles y  la calidez de la Panadería Juliette en Villasar de Mar, otro lugar de la marca Triticum para no perderse, o mejor sí, ante sus propuestas y sugestiva variedad de panes a peso como el pan de avellanas y chocolate, una reminiscencia al pan con nocilla,  que es auténticamente delicioso.