En Delicooks ya hemos hablado del origen, las características y las propiedades nutritivas del tomate, tan imprescindible en nuestra cocina como el aire que respiramos. Para verlo, pincha aquí. Ahora nos enfocaremos en las variedades de tomates y en cómo comprarlas.
El tomate en rama no es estrictamente una variedad sino una forma de presentación que conserva mejor sus cualidades. Suele presentarse en racimo o ramillete (ramallet en catalán) un tipo de tomate más pequeño, de un color rojo o tirando al anaranjado, piel de grosor medio y muy jugoso. También se le conoce como “tomate de colgar”, porque en zonas de clima seco se puede colgar los ramilletes en un sitio ventilado y fresco y duran todo el invierno. El tomate de colgar estuvo a punto de desaparecer, pero con la revalorización de los productos ecológicos que no necesiten medios artificiales de conservación, ha vuelto a tener gran demanda y se exporta, sobre todo a Alemania, donde se vende en tiendas de “delicatesen”.
En el mercado
Es fácil reconocerlo pues no se vende el fruto suelto sino aún en el pecíolo de la planta, es decir en racimo o ramillete. Si lo compramos para conservar es muy importante que no esté del todo maduro. Si cumple las características que detallamos más arriba, lo más probable es que se trate del auténtico tomate en rama.
Conservación
La conservación del tomate en rama forma parte de su encanto, ya que no sólo nos permite acceder a un tomate sabroso fuera de temporada, sino que tenemos la sensación de estar en nuestra propia huerta. El tomate de colgar se cosecha entre julio y finales de setiembre. El momento ideal para colgarlo es cuando el ramillete no está del todo maduro y los tomates tienen aún partes verdes. Y es imprescindible que el sitio donde se cuelga sea seco, fresco y aireado. En estas condiciones puede mantenerse fresco entre 5 ó 6 meses. Si vivimos en zonas húmedas no perdamos tiempo: casi seguro se pondrán feos, pues sólo se conservan en climas secos.
En la cocina
El tomate en rama, al ser muy jugoso, es ideal para el “pan con tomate”, es decir, untado sobre pan o tostadas, con una pizca de sal y un poco de aceite de oliva virgen extra. Por su sabor fresco es muy bueno para comer crudo en ensaladas —un verdadero lujo en pleno invierno— y para cocinar. Delicooks ofrece variadas recetas con tomates.
